martes, 18 de septiembre de 2012

Creando y Creyendo...

Mis queridos/as amigos/as:


Con la que está cayendo, resulta admirable (e incomprensible) que de vez e cuando escuches que aquel o el otro (fulano y/o mengano) se hayan quedado en la calle, o por el contrario, hayan decidido quedarse en la calle para hacer realidad sus sueños (ojo con lo que sueñas que puede hacerse realidad).

Quiero escribir y escribo, que en el ambiente flota un aire de victimismo que en nada nos ayuda y de que sirve muy poco solo lamentarse. Y ante eso, han surgido unos valientes (Yo personalmente recuerdo cuando veía algún programa en la TV de alguien que había emprendido una nueva vida, dejando y abandonando lo que tenía atrás, como si se hubiese dado un golpe en la cabeza, pero precisamente sin habérselo dado), puesto que hay que ser valientes para emprender algo hoy en día. Es decir, siguen a su corazón e intuición.

El cambio se produce cuando uno se harta de esperar: el momento, que las cosas vayan a mejor, que el Estado ayude, que los hijos se marchen de casa… El momento es y será, cuando uno así lo siente para crear un nuevo marco en el cuadro de su vida, y crear su propia forma de vivir y ganarse la propia vida.

Ese proceso conlleva ante todo escucharse, y para eso, lo primero que uno tiene que hacer es estar callado, ¿cómo vas a escucharte si no paras de hablarte?

Una vez te has sabido escuchar (y anotar en un papel) tus potencialidades, talentos y dones, llega el momento de cultivar y ofrecer, sin pensar en la cosecha a corto o medio, siempre debemos de pensar al tomar éste sendero de la vida, que la cosecha es a largo (más que nada para no equivocarse y errar).

Si bueno, pero que hay de la financiación, y más hoy en día. Cuando uno acomete éste sendero, debe de saber que es de imprudentes lanzarse a grandes metas sin ni tan siquiera haberse planteado un pequeño principio. El dinero siempre llega como una consecuencia y nunca como el fin. Todo depende del intercambio de energía que tengamos con el Universo, atendiendo claro está, a las leyes Universales y Espirituales.

Cuando un ser humano decide ser el responsable de su propia vida, en el horizonte hay varios objetivos y una única meta, sólo se trata de saber en que quieres convertirte realmente (según Jobs).

¿Cómo descubrir el síntoma de que debo (y deseo) cambiar de sendero? Cuando no te sientes realizado haciendo aquello que estás haciendo.

Pero para eso hay que ser valiente, el camino o sendero, es como una rosa, deberás sortear muchas espinas hasta llegar a la flor. Mientras, tú mismo gestionas tú tiempo y lo que haces dentro de él. Las sirenas cantarán, pero no debes caer en ello, déjalas que canten, es lo que mejor saben hacer, que al escucharlas, fracases en tú intento.

La manada acongojada (y acojonada) teme a los emprendedores que no dependen más que de ellos mismos, pues esos son los auténticamente LIBRES, mientras los demás como borregos, sólo saben hacer lo mejor que saben: lamentarse. Y está bien que se quejen y lamenten, en la vida, en el sendero de la vida, debe de haber de todo, y eso es lo bueno, que haya de todo, en la variedad está el gusto. Lo único que digo es que si no estás de acuerdo, no te sientes realizado y no haces nada para cambiar o evolucionar, entonces quéjate, pues en principio, es lo único que te atreves a hacer.

Y si, entiendo y comprendo la enorme cantidad de excusas que siempre podemos llegar a decirnos, más que nada porqué personalmente me las dije, hasta que llegó el día (para ello la pérdida de Mi Maestro fue crucial, lamentable y al que añoraré mientras siga respirando), y entonces, TODO EL UNIVERSO CONSPIRÓ PARA QUE LLEGADO EL DÍA ME ALZASE, EL CORDERO SE HABÍA CONVERTIDO EN LEÓN.

En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo

TONI